Presentación

La idea de crear esta sencilla bitácora ronda en mi mente desde hace ya algún tiempo. No son pocas las ocasiones que se tienen de observar la dirección que toma nuestra sociedad y, menos aún, las de sentir dentro de sí una irritación que clama a gritos, indicándote que nuestra realidad dista de estar bien.

En efecto, creo que, hacia donde veamos, son muchas las situaciones que pueden crear malestar: el conformismo, la pobreza, la mediocridad, los abusos, el mal gobierno, la falta de educación, la ceguera en la que la educación oficial nos instala… y un -muy- amplio etcétera. Y a mi manera de ver, no se puede ser indiferente…

***

No se puede ser indiferente cuando al detenerte en un semáforo ves a un niñito pedirte dinero, o hacer malabares, o limpiarte el parabrisas; ni cuando una persona con alguna deficiencia física extiende un recipiente solicitándote que le ayudes;

No se puede ser indiferente cuando en el Centro de tu ciudad ves a tantos desvalidos, minusválidos, atrofiados, etc., pedir un óbolo;

No se puede ser indiferente cuando sabes lo dificil que resulta para las personas estar y permanecer en el Hospital o en el Seguro Social, o que esos servicios son deficientes y muchos de sus trabajadores, déspotas;

Tampoco se puede ser indiferente cuando la sociedad se revela contra las leyes naturales, atacando a la familia, y ensalzando a la muerte -llámese aborto o eutanasia;

Ni cuando las relaciones sociales desaparecen…en favor de las psedo-relaciones en linea;

Ni cuando tanto profesionista permanece en la miseria;

Y tampoco se puede ser indiferente cuando los artesanos (albañiles, fontaneros, etc.) ganan una suma irrisoria que a penas les permite vivir… mientras otros desperdician el dinero que aquellos ganan con dificultad, en superficialidades;

No se puede ser indiferente, tampoco, cuando las personas de la “alta” sociedad viven en los excesos, y tratan a los otros como a animales; mientras tanta gente a penas tiene con qué alimentarse y cubrir sus necesidades básicas.

No puedes permanecer como si nada pasara cuando ves el estado de la política de tu país, plutócrata y corrupta, que haría volver de  sus tumbas a Platón, Aristóteles y Maquiavelo, solo para morir de nuevo. Cuando ves que tanto dinero se pierde… en los bolsillos de nuestros gobernantes, dejando el bien común de la sociedad olvidado en una carpeta, y haciéndonos vivir de promesas;

Ni cuando compruebas que la democracia no existe en tu país (¿ha existido alguna vez?) y vivimos en una partidocracia.

Ni cuando… en fin; tantas cosas.

***

¿Para qué una bitácora más en la telaraña? Sin duda no para ser uno más. Pero tampoco para dar lecciones.

Me explico:

Creo que es tiempo de actuar, de decir públicamente lo que pensamos y en lo que creemos. Sobre todo con respecto a todo lo fétido que hay en nuestro mundo. Y en eso, claro, no soy ni el único ni el primero. Pero en lugar de buscar la revolución (con o sin “r” mayúscula), mi idea -que verán más tarde desarrollada- es que lo más importante es cambiar nosotros mismos y a las generaciones futuras, a los pequeños que vienen detrás de nosotros. Estoy enteramente convencido de que un verdadero cambio en Méjico (sí, con jota) solo puede venir de un verdadero cambio nuestro: cambio de actitud, de perspectiva, de pensamiento. ¿Y por qué no decirlo desde ahora?, estoy seguro de que dicho cambio solamente puede venir cuando nosotros regresemos a los valores tradicionales, valores que solo se hayan en el Alto de los altos.

Pero no pretendo dar lecciones a nadie. Esta bitácora será simplemente un conjunto de observaciones, basadas en principios de sentido común, y explicadas por alguien que no soporta más el estado actual de las cosas. Algo que cualquiera sería capaz de hacer.

Puesto que la idea es la de tratar los temas de manera un tanto profunda, intentaré escribir un artículo por semana. Espero cumplir mi objetivo, siempre y cuando las actividades personales y laborales me lo permitan.

Así, sin perder más tiempo, les agradezco su atención y deseo una buena lectura.

Diego OLIVAR ROBLES