Sobre la Filosofía.

   Reflexionando, hace un par de días, me di cuenta de que “filosofía realista para vivir en el mundo de hoy” puede parecer contradictorio si, al analizar el contenido de lo que escribo, se puede constatar que existen pocas o nulas referencias a los grandes filósofos y a las teorías con las que que éstos han explicado -o intentado explicar- el mundo. Como diría la jerga latina, concedo.

   Aunque está dentro de mis proyectos abrir, próximamente, un blog estrictamente filosófico, creo que la frase que encabeza la actual bitácora corresponde totalmente a lo que pretendo.

   Me explico:

   por filosofía realista me refiero al análisis de nuestro entorno tal y como es (la realidad, vaya). Lo anterior puede parecer un poco redundante, pero lo cierto es que, a la filosofía, yo le pido que me ayude a entender el mundo, y no que me complique su comprensión. Dicho de otra manera, debe existir una identidad entre el pensamiento y el objeto (en este caso, la realidad).

   Ahora, decir Filosofía, contra lo que muchos creen, no significa inventar, sin cesar, teorías y más teorías, las cuales se contradicen entre ellas y dejan al aprendiz de filósofo -y con mas razón al neófito y al pobre alumno de filosofía de bachillerato- en una nebulosa de preguntas, dudas y, finalmente, escepticismo. No significa dudar de la realidad. Ni imaginar que vivimos en un mundo controlado por un malin génie cartesiano, lo que da a las personas aires de pseudo-ciencia de la más grande calidad holywoodiana (sí, me refiero a Matrix).

   La Filosofía consiste en pensar nuestra realidad con base en principios evidentes a todos los seres humanos. A partir de dichos principios es posible analizar nuestro mundo a sus más diversos ámbitos (Moral, ciencias exactas, psicología, etc.)

   Si pensamos, por ejemplo, en el principio de no contradicción (una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido), la afirmación lógica tiene aplicación en los otros aspectos de la vida y del conocimientos humanos. De tal forma que, al igual que dos y dos suman cuatro (donde sea que uno se encuentre), los principios filosóficos son objetivos y vuelven a las ciencias que tocan, igualmente objetivas. Sin duda es una de las razones por las que el estudio de la Moral realista resulta tan molesto e incómodo en nuestra época - hedonista, narcisista y utilitarista.

***

   Con lo anterior quiero significar que, sin tratarse de un blog filosófico -en el sentido técnico de la palabra-, el objetivo de esta bitácora es el de partir de la filosofía para analizar la sociedad en la que vivimos. Los principios de la filosofía se vuelven cada vez más necesarios en un mundo en el que vivimos sin sentido, y en el que el único rumbo es dictado por “valores” efímeros - el dinero y la belleza.

   Estoy convencido de que únicamente el estudio y la comprensión de la filosofía realista puede ayudar a nuestra sociedad a retomar el rumbo que necesita. Desafortunadamente existe un hoyo negro -llamado Educación Oficial- que absorbe todo lo realista, en beneficio de una educación idealista y absurdista, la cual guía a los jóvenes a la más cruda indiferencia.

   Ojalá que estas sencillas líneas ayuden a reflexionar. No pretendo cambiar el mundo, ni solamente criticar a la sociedad. Pretendo ayudar a pensar.

   Difícil tarea.

   Diego OLIVAR ROBLES